Quizá la mayoría de los diseñadores tengan un negocio, una firma o una marca en la cual trabajar, y saben, esto por mucho tiempo fue mi sueño, desde niña imaginaba que en algún momento tendría una gran casa de moda y vería mis prendas en todos lados, conforme fui avanzando me di cuenta que tenía muchas oportunidades para crecer dentro de la moda.
Muchos de nosotros quizá al inicio pensamos en un mundo de la moda lleno de reflectores, glamour, estética y diseños puros, en el colegio nos dan una idea utópica de cómo es que será tu vida como diseñador.
Recuerdo a algunos de mis profesores recalcando constantemente lo importante que era encontrar tu propio estilo, tienes que ser original, único e innovador, ahora que lo pienso suena muy bonito pero creo que el poder de la observación te da un arma aún más poderosa.
Y no me malinterpreten no he renunciado a ese mundo, el dibujar e ilustrar o tener la oportunidad de crear mis propios atuendos es algo que me encanta a sobre manera, pero también tengo que admitir que el mundo de las prendas hechas a medida si bien puede ser muy bien pagado, es altamente competitivo y requiere una dedicación y gran destreza imprescindibles .
¿Cómo es trabajar en el mundo de la moda?
El ser un fashionista y dedicarte profesionalmente a tu pasión es algo increíble, y es un trabajo que requiere mucha organización, cuando trabajas para una empresa lo que nunca te va a sobrar es tiempo, cumplir con la demanda requiere planificación: es decir te imaginas trabajar en una empresa que produzca 10 millones de prendas al mes, imagina el trasfondo.
Es por eso que como profesional decidí lanzarme a esta parte de la industria y nada a parado desde entonces, nunca había estado tan movida y dinámica: la industria te abre las puertas a nuevos canales, tendencias, inspiración, viajes, gente, otros creativos, ya no me siento tan hippie como cuando era yo sola con mi sketchbook, mi cámara y mi pequeño equipo de costura, eso sí, siempre hice mucho con ello.
Ahora creo campañas de moda y eso me llena de orgullo.
Es un sector que te apasiona: devoras las revistas y webs de moda, la gente te pide consejo a la hora de comprarse ropa, no te pierdes ni un desfile, sabes lo que se lleva y lo que se llevará… Inclusive nos ha pasado que cuando llega una nueva colección a nuestras manos sabemos si se venderá o no, ya que creas esta complicidad con el consumidor que aprendes a leerlo, y es que trabajar en la industria te permite monitorear permanentemente a las personas.
Trabajar en la industria te da una visión global de la moda, analizando sus características propias. Conoces la importancia de las relaciones públicas en este sector y la importancia de la prensa especializada.
Esto a diferencia de ser independiente en donde uno se vale de todas sus armas para hacer de todo, eso es algo que no te puedes permitir en la industria, hay que delegar y trabajar codo a codo con personas igual y más capacitadas para cumplir con todos esos escaparates.
Piensa en NewYork en la ciudad de la moda, en todas esas luces, y reflectores en el trabajo de miles de creativos, o en la Ciudad de México con todos esos adornos navideños durante la temporada alta.
He descubierto un mundo del cual estoy más que complacida de poder compartir con todos ustedes, esto es mi vida y no puedo esperar a seguir aprendiendo más.